¿Te han dicho ya que un cachorro es “como un bebé”? Pues te lo decimos nosotros: es como un bebé, pero con dientes y sin pañales. Adorable, sí. Pero también un terremoto con patas, energía infinita y cero filtros.
Y eso es completamente normal.
Durante los primeros meses, tu cachorro lo está descubriendo TODO: olores, sonidos, rutinas, lo que se puede morder y lo que no (spoiler: aún no distingue muy bien esa diferencia). Y tú estás ahí para acompañarlo, educarlo… y sobrevivir a esa fase tan bonita como caótica.
No hay manual perfecto para criar un perro, pero sí hay algunas cosas básicas que te harán la vida más fácil a ti… y mucho más llevadera para él.

Lo primero es la rutina. Los cachorros se sienten más seguros cuando tienen horarios y hábitos claros. Saber cuándo comen, cuándo salen, cuándo toca dormir o jugar les da calma. Es como ponerles un mapa para que no se pierdan en el caos.
Y hablando de dormir… sí, necesitan descansar muchísimo. A veces parecen una bola de energía inagotable, pero también pueden dormir 18 horas al día. No lo estimules sin parar, ni lo despiertes porque “es mono dormido”. Déjalo descansar, que está creciendo y aprendiendo a toda velocidad.
Ahora, vamos al tema “mordisqueo”. Morder es su forma de conocer el mundo, de aliviar molestias en la boca (sí, les salen los dientes como a los bebés) y de liberar energía. Así que no, no es que “te tenga manía” si te muerde el pantalón. Pero sí necesita alternativas. Juguetes adecuados, mordedores, peluches resistentes… todo eso le ayuda a canalizar ese impulso sin arruinarte las zapatillas nuevas.
En lladrucs.es tenemos un montón de productos pensados justo para esta etapa:
🦷 Mordedores especiales para dientes de cachorro, que alivian sin dañar.
🎾 Juguetes blandos y seguros, que no se rompen a la primera.
🍖 Snacks naturales para premiar (sin pasarse) cada pequeño logro.

Ah, y no te olvides de la socialización. Presentarle al mundo poco a poco, con calma y cosas buenas, es clave para que en el futuro sea un perro equilibrado. Nada de meterlo en un parque lleno de perros desconocidos desde el día uno. Dale espacio, tiempo, y premia cada avance.
¿Va a ser fácil? No siempre. ¿Va a valer la pena? Cada minuto. Porque ese bicho adorable que ahora lo muerde todo y corre por casa como si no hubiera mañana, va a convertirse en tu compañero de vida.
Y tú, con un poco de paciencia (y ayuda), vas a hacerlo genial. 🐶❤️